La vida humana es todo un plan, de hecho, hacemos planes para un día, una semana, un mes, un año, una vida etc. Hoy es 4 de enero del 2023 y en dos días mi plan es viajar a ver mi familia y en unas semanas regresar. Una vez, este aquí de nuevo tengo planes, de modo que constantemente estamos planeando.  

Por otro lado, planear requiere organizar o proyectar metas u objetivos que nos lleven a donde deseamos. Además, planear supone tomar decisiones, concentrar esfuerzos, fortalezas, en una palabra, desarrollar todo un proceso.

Planeamos desde un día hasta toda una vida. También pudiéremos decir que planear es pan de cada día. Ahora bien, ¿Tiene Dios un plan? Se observamos a nuestro entorno encontramos que el mundo está lleno de problemas, guerras, crisis, conflictos, incertidumbre, nuevas enfermedades por la pandemia etc.

Ante todo, esto que está pasando en el mundo, me pregunto ¿Dios tiene un plan? ¿Y si Dios tiene un plan, somos parte de ese plan? Dirá la palabra de Dios si uno de ustedes desea construir una torre, ¿No se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? Lucas 14, 28. 

También dice en Proverbios 16:9: El hombre planea su camino, el Señor le dirige sus pasos. En la vida cotidiana, una cosa planeamos y otra cosa es la que resulta. Además, tenemos la opción de planear con Dios o sin Dios y la verdad es que Dios dirige nuestros pasos.

¿Es usted alguien que incluye a Dios en sus planes? La respuesta a esta pregunta nos da la pista de lo que puede suceder. La tentación de dejar a Dios fuera de nuestros planes no es pequeña. Esto porque, los amigos y el ambiente que vivimos no favorecen que tengamos a Dios en nuestros planes. Lo más sorprendente es que fácilmente ponemos a Dios fuera del plan de nuestras vidas y cuando las cosas no resultan le preguntamos a Dios ¿Dónde estabas Dios? 

Desde el principio de la creación en el corazón de Dios estaba el deseo profundo de entrar en los seres humanos para su cuidado. De hecho, Dios nos creó a su imagen y semejanza y eso muestra su deseo de conexión desde siempre. Entonces, el plan de Dios es que seamos uno con El. 

Recuerdo que cuando era niño mis planes fueron ser médico, sin embargo, los planes de Dios eran otros y aunque batalle al final Él pudo más que todo porque a Dios nadie le gana en maximizar todo.  Entonces, muchas veces en nuestros planes no ponemos a Dios y si lo ponemos no sabemos lo que eso significa. Vemos un extraordinario ejemplo en la vida de Jesús Juan 6: 3-13. “Mucha gente lo seguía, porque habían visto las señales milagrosas que hacía sanando a los enfermos.  Entonces Jesús subió a un monte, y se sentó con sus discípulos.  Ya estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos.  Cuando Jesús miró y vio la mucha gente que lo seguía, le dijo a Felipe:

¿Dónde vamos a comprar pan para toda esta gente?  Pero lo dijo por ver qué contestaría Felipe, porque Jesús mismo sabía bien lo que había de hacer.  Felipe le respondió:

Ni siquiera el salario de doscientos días bastaría para comprar el pan suficiente para que cada uno recibiera un poco. Entonces Andrés, que era otro de sus discípulos y hermano de Simón Pedro, le dijo:

Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero ¿qué es esto para tanta gente? Jesús respondió: Díganles a todos que se sienten.

Había mucha hierba en aquel lugar, y se sentaron. Eran unos cinco mil hombres. Jesús tomó en sus manos los panes y, después de dar gracias a Dios, los repartió entre los que estaban sentados. Hizo lo mismo con los pescados, dándoles todo lo que querían.  Cuando ya estuvieron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos:

Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicie nada.  Ellos los recogieron, y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes”.

Felipe y Andrés hicieron como muchos de nosotros poner a Jesús fuera de la solución.  Se dijo Felipe a si mismo con unos pocos denarios ¿Que vamos a dar de comer a tanta gente?, es obvio ese pensamiento humano. Sin embargo, eso mismo nos sucede muchas veces que nos quedamos en el plano humano y no trascendemos. Todo porque no consideramos el poder que Jesús tiene cuando Él lo toma en sus manos. 

He allí lo que significa que Dios este dentro del plan de su vida y de nuestra comunidad. Los cálculos humanos de Felipe y Andrés fallaron como van a fallar los nuestros cuando dejamos a Jesús fuera de nuestros planes.  Lo invito a poner siempre a Jesús dentro los planes de su vida. Y como comunidad cristiana estamos invitados a poner todo el tiempo a Jesús dentro de nuestros planes pastorales y si lo hacemos con fe nos sorprenderá porque en las manos de Jesús todo es multiplicado siempre.

Amen.