¡Qué bien se está aquí! Fueron las palabras de Pedro a Jesús. Si quieres hagamos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y salió de la nube una voz que decía: “Este es mi hijo amado, en quien me complazco, escuchadle”. Mateo 17: 4-6.

Dios padre se complace en su hijo y sin embargo se ofrece voluntariamente para rescatar la creación. Esto es, además de la palabra de Dios, pensadores, poetas y científicos han intentado postular principios de diversa índole acerca del bienestar humano constituyendo así un tema de estudio para la psicología y otras ciencias del mundo moderno.   

Para referirse al bienestar los griegos usaban la palabra eudaimonia o florecimiento humano.  Un ser humano cuando encuentra el gusto por algo da mucho fruto, sin embargo, hace unos años atrás algunos decían en las escuelas y hogares la letra con sangre entra. El solo escuchar esto para mí es algo tan desagradable que solo pensarlo me produce nostalgia por el pobre conocimiento que tenemos del ser humano a la hora de querer impulsarlo a nuevas dimensiones.  

En este sentido hoy es diferente porque tenemos lecciones aprendidas donde el bienestar hace la diferencia a la hora de tener ambientes favorables que contribuyan a la plenitud humana. Esto porque el bienestar espiritual procede de las palabras “eu” que significa bueno y “daimon” espíritu. En otras palabras, un espíritu bueno y saludable de vida. Esto mismo en palabras de Aristóteles significa el mayor bienestar humano.    

Entonces los mayores influyentes de la concepción del bienestar son Aristóteles y los estoicos. Dirá Aristóteles que la virtud y su práctica son un componente importante del bienestar, aunque también envuelve los bienes externos como la salud, la riqueza y la belleza. Obviamente las realidades externas hacen parte del bienestar de la persona.

No solo esto, sino que, Aristóteles dice que todo el mundo está de acuerdo que la eudaimonía es el bien más elevado para los seres humanos, aunque hay desacuerdos sustanciales sobre los tipos de vida que pueden considerarse que hacen bien a la vida humana. A la vez podemos decir que el vivir bien y estar bien se identifican con la felicidad.

Por otro lado, desde tiempos memorables hasta el día de hoy el bienestar sigue siendo un tema de investigación porque el ser humano busca vivir bien y para vivir bien se requiere cuidar cada área de la vida humana. Por ejemplo, si deseo alimentos saludables para el cuerpo estoy llamado a buscar los diferentes ingredientes para lograrlo y el cuerpo estará bien. Así mismo con cada parte del ser humano. 

Sobre el bienestar existen diversidad de opiniones en las diferentes universidades del mundo sin embargo me llama la atención que la universidad de Harvard una de las más prestigiosas ha dedicado investigaciones valiosas sobre el bienestar donde concluye que la conexión consigo mismo y con los demás son de vital importancia para el vivir bien.

Vayamos ahora a cada uno de nosotros preguntándonos ¿Vivo bien? O ¿Algo puedo hacer para alcanzar un mejor bienestar?   Además, es interesante como las últimas investigaciones sobre el bienestar arrojan datos importancia como es el impacto que tiene el orden en el bienestar. 

Dirá Jordán Peterson psicólogo y profesor de Harvard que la falta de orden en la familia puede tener fuertes repercusiones en el bienestar emocional. En los tiempos modernos es muy usual ver habitaciones de adolescentes que están desordenadas y muchas veces este comportamiento se extiende a otras áreas de la vida y se pueden convertir en mal estar.    

Además, el desearle bienestar a otra persona brota del aprecio de un padre con sus hijos como lo hace Dios con su pueblo plasmado en las palabras del profeta Jeremías 29:11 “Se muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice el Señor, son planes para su bienestar… entonces ustedes me llamarán, vendrán y orarán y yo los escucharé”.   

No hay mejor comparación que un hijo en brazos de su madre donde se siente seguro y bien cuidado.  El bienestar humano lleva implícito las diferentes áreas humanas como la emocional, mental, corporal y social sin embargo para algunas ciencias el bienestar espiritual es omitido y esto priva al ser humano de alcanzar la plenitud de vida. Casi todos los días escucho sobre las batallas que algunos seres humanos están teniendo con sus vidas porque pareciera que no están bien en este mundo y deciden no seguir viviendo. Estas personas no tuvieron bienestar o no se sentían bien. Me pregunto si el bienestar espiritual fluyera en las personas entonces no habría tanta vida humana sin esperanza.

Guardar todo para mi o para ti solo traerá tristeza, dolor, amargura, resentimiento y falta de perdón.  Además, una de las formas más efectivas de alcanzar la libertad y recibir el bienestar espiritual es hablando con el Espíritu Santo. Solo se necesita dedicarle tiempo para que sus abrazos acaricien tu alma y la sanen por completo.   Dirá el salmo 147:3 “El sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas”.  El desea liberarnos de todo aquello que nos impide avanzar y vivir en plena armonía con él.

Amen.

Padre Alvaro+