Cuando se piensa en el cuidado pastoral de nuestras comunidades, el primer pensamiento que aparece es la de un pastor o sacerdote. Sin embargo, allí no está toda la verdad sobre el cuidado pastoral. Esta no es solo una tarea del sacerdote, sino de toda la comunidad, unida como una familia, trabajando juntos por una vida más saludable.
Esta semana terminamos una misión medica en la Republica Dominicana donde estuve hablando con pastores, líderes y miembros de diferentes iglesias. Me llamo mucho la atención los diferentes puntos de vista que se planteaban en las conversaciones. Todas las iglesias tienen desafíos en sus formas de evangelizar y del cuidado pastoral que les ofrecen a sus miembros. Una de las quejas más usuales es que el pastor no siempre actúa de acuerdo con las expectativas del ministerio o de acuerdo con los deseos de los feligreses. Sin duda, esto conduce a la frustración y apatía de las iglesias, porque sabemos que el pastor es el líder que conecta miembros en el cuerpo de Cristo. Si él no se preocupa por las necesidades de sus miembros, los otros miembros tampoco lo harán. Esta falta de cuidado pastoral le quita fuerza al crecimiento personal de los miembros y al crecimiento comunitario de la iglesia.
Lo anterior me hacen pensar en la necesidad de invertir tiempo en el estudio de la palabra de Dios como guía principal para descubrir el tesoro escondido del ministerio del cuidado pastoral. Cuando esto sucede el primer ministrado o cuidado pastoralmente es el pastor o ministro mismo, porque la palabra de Dios es la fuente del cuidado por parte de Dios.
El Cuidado Pastoral es un arte divino que abarca todas las etapas y aspectos de la vida del creyente. Hoy más que nunca se hace necesario ver el cuidado Pastoral como una acción completa de restauración, transformación, redención y renovación. Además, tanto salmistas como profetas son nuestra inspiración para el cuidado pastoral. En esta perspectiva la semana próxima, bajo la dirección del Espíritu Santo, nuestra comunidad hispana de San Dunstans iniciara una experiencia nueva de cuidado pastoral, donde deseamos cuidar pastoralmente a cada persona que viene buscando el amor de Dios.
Cada pastor o ministro, como también cada feligrés, trae consigo un historial familiar y personal. El profeta Ezequiel por ejemplo provenía de una familia sacerdotal y fue llevado al exilio en el 597 antes de Cristo. El cuidado pastoral de Ezequiel para su comunidad de Palestina se desarrolló en un momento difícil, cuando el pueblo de Dios fue exilado a Babilonia. Este cautiverio duro setenta años, o casi tres generaciones.
Cito a un profeta de los tiempos bíblicos para tener presente que Dios ha tenido cuidado pastoral de su pueblo desde tiempos memorables. Trasladarnos al mundo actual para el cuidado pastoral de las personas en un mundo cambiante es un verdadero desafío.
Ezequiel como mensajero divino fue un instrumento muy útil en las manos de Dios y muchas veces las cosas que hizo no eran normales a la vista de muchos. Ezequiel fue sacerdote y profeta y en muchas ocasiones juzgo a los lideres de su nación por su faltad e cuidado al pueblo, como lo dice en el capítulo 34, “Ay de los pastores de Israel, que se apacientan así mismos ¿no apacientan los pastores a los rebaños?” Los reyes de Israel estaban más preocupados por su propio bienestar, fama, riqueza, poder, y deseos que por el bienestar de la nación. Ignoraban completamente las necesidades de los pobres, los huérfanos, las viudas, y los extranjeros que Vivian en su país. Ezequiel estaba bastante preocupado por su pueblo y así mismo nos sucede a los que pastoreamos en el siglo 21. Nos preocupamos por atender a cada persona que viene a compartir su vida con nosotros. Tener cuidado de cada etapa y aspecto de la vida de nuestras familias es todo un desafío por todo lo que esto implica. Nuestra misión pastoral es vivir la Palabra de Dios en comunidad, conectarnos personalmente con el Espíritu Santo por medio de la oración y la liturgia, participar en diferentes actividades para desarrollar amistades que reduzcan nuestro aislamiento, y crear una comunidad donde Cristo sea nuestra columna vertebral.
El cuidado pastoral de la comunidad hispana desde la próxima semana tendrá un nuevo hogar en nuestra página de internet: www.gruponacerdenuevo.org. Esta página estará siempre abierta para todos los que necesiten oración. También estableceremos un grupo de doce lideres llamado “Misioneros del Espíritu Santo”. Este grupo buscara atender las diferentes necesidades de nuestra comunidad. Pronto estaremos hablando de términos como misioneros de la cruz, de María, para una misión alternativa, para ministerios de infancia, de la santísima trinidad, de la esperanza, etc. Todos esto ministerios asistirán a miembros de nuestra comunidad en su crecimiento espiritual. Mas información acerca de estos ministerios será publicada pronto.
Las palabras de nuestro Obispo de la Diócesis de Texas, Andy Doyle, “juntos es mejor” son certeras, y acá en Saint Dunstans trabajaremos juntos con diferentes redes de apoyo como Nacer De Nuevo, personas ayudando a personas, y Aliento de Dios Radio. El profeta Ezequiel y el salmo 23 me inspiran a la creación de este programa pastoral restaurador, sanador, vivificante y saludable que deseamos instaurar para nuestra comunidad. Dios con su presencia nos pastoreará y nos hará descansar como Jesús mismo dice: “Venid a mí todos los que están cargados y agobiados y yo los aliviare … aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”. En el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo. ¡Amen!
Que Dios y su Buen Pastor les siga bendiciendo,
Padre Alvaro.