Los nuevos descubrimientos de la neurociencia y las ciencias interdisciplinares nos permiten ampliar una nueva conceptualización del ser humano. Lo que esto significa es que muchos de los descubrimientos y juicios de siglos pasados ya no tienen sentido hoy.
Cuando estuve argumentando mi tesis doctoral en derecho eclesiástico supe de un caso en el siglo dieciséis (16th) donde una señora le pidió a la corte eclesiástica que le concediera una separación de su esposo. El argumento a su favor era que su esposo le exigía tener relaciones sexuales dieciséis veces al día. El juez de aquel tiempo, después de varios años de proceso, concluyó que lo único que le podía conceder a esta señora era pedirle su esposo que solo le exigiera tener sexo 5 veces al día. Pero la petición de separación fue negada.
Ese mismo caso hoy, en una corte eclesiástica, tiene una interpretación diferente. Los avances sociales en el campo de la protección de los derechos y la dignidad humana han cambiado en estos últimos siglos. La protección de la vida emocional y los derechos civiles y religiosos del ser humano han cambiado en su conceptualización.
Estos avances nos permiten ver al ser humano más integrado e integral. Cuando hablamos de integral, no solamente en su cuerpo físico, sino también en todas sus áreas personales. Otro ejemplo que nos ayuda a comprender estos avances es el ejemplo de una casa. Cuando tenemos una casa y físicamente cuidamos cada parte de ella, la casa nos durara firme y solida por muchos años. Pero cuando solo cuidamos de una parte de la casa, descuidamos el resto, y tenemos problemas más adelante.
Con la desintegración de la vida humana se pierde cohesión y fortaleza. Dicho de otra forma, la meta del cuerpo humano es desarrollar y crecer cada una de sus partes. Por esta razón, el enfoque integral es más importante que el enfoque parcial o individual. Además, el cuerpo humano como unidad es más que la suma de sus órganos, huesos y músculos.
Durante mucho tiempo de la historia entendimos al cuerpo humano como músculos y órganos aislados en posición anatómica en nuestro cuerpo. Podíamos ver perfectamente cuáles eran nuestros músculos y donde estaban ubicados. Ahora sabemos que el cuerpo no funciona como músculos y órganos aislados haciendo su trabajo individual. Cada musculo y órgano depende de cadenas de órganos y músculos para su sobrevivencia. Diferentes órganos, nervios, venas, y músculos trabajan juntos para el funcionamiento del cuerpo como una realidad total.
La misma palabra de Dios lo muestra de manera magistral cuando dice en 1 corintios 12: 14-26, “Un cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. Si el pie dijera: ‘Como no soy mano, no soy del cuerpo’, no por eso dejaría de ser cuerpo. Y si la oreja dijera: ‘Como no soy ojo, no soy del cuerpo’, no por eso dejaría de ser del cuerpo. Si todo el cuerpo fuera ojo, no podríamos oír. Y si todo el cuerpo fuera oído, no podríamos oler. Pero Dios ha puesto cada miembro del cuerpo en el sitio que mejor le pareció. Si todo fuera un solo miembro, no habría cuerpo… El ojo no puede decirle a la mano: ‘No te necesito’, ni tampoco la cabeza a los pies: ‘No los necesito’. Al contrario, los miembros del cuerpo que parecen más débiles son los que más se necesitan y los miembros que menos estimamos son los que más vestimos con cuidado… Dios arreglo el cuerpo de tal manera que los miembros menos estimados reciban más honor para que no haya desunión en el cuerpo, sino que cada miembro del cuerpo se preocupe por los otros. Si un miembro del cuerpo sufre, todos los demás sufren también y si un miembro recibe atención especial, todos los demás comparten su alegría”.
¡Que hermosa es la creación de Dios! Todo esta sincronizado e integrado de tal manera que los movimientos cotidianos como caminar, sentarse, agacharse, subir escalones, abrir y cerrar una puerta se dan por esa coordinación perfecta. Desde esta forma conceptual se puede decir que el cuerpo humano es una unidad extraordinariamente integrada.
La escritura no solo presenta la conexión física del cuerpo, sino también la conexión espiritual. En Génesis, Dios evidencia que hecha la forma humana (el cuerpo) le infuso aliento de vida. Desde ese momento se convirtió el cuerpo en un ser viviente. Desde aquel día, Dios decidió crear una imagen suya en la tierra donde puso su aliento, su amor y su sabiduría. De ese aliento depende nuestra fuerza espiritual, emocional y mental.
Así como en lo corporal, el ojo no puede decirle a la mano “no te necesito”, así mismo la mente no le puede decir al corazón “no te necesito”, ni tampoco el corazón decirle al espíritu “no te necesito”. Al contario, todo está conectado como lo dice la neuróloga Nazareth Castellanos. “Cuidar cada parte de nuestro ser es vital para llevar un balance completo y vivir como Cristo, quien asumió la realidad humana en su totalidad y no solo en su corporeidad.”
En San Dunstan nos esforzaremos más y más cada día por una pastoral integral, donde tengamos actividades en cada área de la persona. Programas espirituales, emocionales, mentales y corporales para ayudar a cada discípulo de Cristo a que viva a plenitud el amor de Dios. Esta es nuestra gran petición a Dios en este nuevo horario de integración. Hoy los invito a que planeen atender nuestra clase de Biblia en español la cual empieza el domingo 10 de septiembre de 10:10 a las 11:05 de la mañana. También tendremos en este horario clases de inglés (gratis) y una escuelita dominical para todos los niños de dos años hasta el último año de secundaria. Nuestro objetivo y sueño es ofrecer mucho más que el servicio a las 9:01 de la mañana. También queremos formar discípulos de nuestro Señor por medio de las clases bíblicas y espirituales.
Que Dios les siga bendiciendo. ¡Amen!
Padre Alvaro+