¿Falta la conexión humana en el mundo de hoy? Esta es una excelente pregunta para nuestros tiempos modernos. Algunos dirán que hoy más que nunca tenemos plataformas y herramientas de conexión y eso es verdad, sin embargo, muchos seres humanos hoy viven como islas.

A la vez, es una oportunidad para preguntarnos cada uno de nosotros si estamos teniendo la mejor conexión con los que están a nuestro entorno como nuestros padres, esposa, hijos, hermanos, hermanas, sobrinos, colegas, compañeros de trabajo etc.

El reconocido medico Vivek Murthy ante la pregunta ¿Cuál es la mayor enfermedad en los Estados Unidos y en general en las Américas?  dijo que no es el cáncer, ni las enfermedades cardiacas sino el profundo aislamiento en el que muchos seres humanos viven hoy.

Por otro lado, Thomas L. Friedman, ganador del premio Pulitzer, autor y reportero del New York Times manifestó: “Qué irónico, somos la generación más conectada tecnológicamente en toda la historia de la humanidad y sin embargo la más aislada en nuestras ciudades y pueblos en la actualidad.”. Entonces podemos decir que las conexiones humanas que son tan importantes son cada vez más escasas cuando debiera ser todo lo contrario. 

Podemos decir entonces que hay rupturas en todas partes en el mundo moderno. Y no solo eso sino también sistemas insostenibles que están colapsando y desmoronando nuestras comunidades.  Esto quiere decir que los temores, prejuicios y la tendencia al aislamiento seguirán construyendo muros y bunkers que no alcanzamos a imaginarnos a donde nos conducirán.  

Por esto mismo se hace necesario activar nuestros mejores dones y nuevas inspiraciones para dar una respuesta concreta a la desolación que está viviendo la conexión humana hoy. De la otra parte, nuestro creador desea estar conectado con nosotros como dirá la escritura en Isaías 41:10 “Yo estoy contigo, no te angusties porque yo soy tu Dios”.

Entonces ¿Como hacer para que en el ser humano afloren nuevos corazones y nuevas mentes?  Esto porque son los sentimientos y pensamientos quienes nos conectan. Compartir la vulnerabilidad y renovar los sentimientos nos llevara a la conexión verdadera no a la conexión simplemente digital.

Es por ello que estamos necesitados de transformaciones personales y profundas no de transformaciones superfluas solamente. En pocas palabras estamos ante una comunicación más tecnológica que humana. Cuando descubramos que es mil veces mejor a la inversa entonces llegaremos a la esencia de nosotros mismos.

La humanidad ha estado implicada en guerras durante mucho tiempo en muchas culturas y mentes. Además, estoy llegando a un entendimiento más claro de que cuando no estoy en paz con mi propia mente, estoy creando una guerra interna y que esa guerra se proyecta en los demás, sea yo consciente o no de ello.

La paz se manifiesta en la ausencia de conflicto, de aislamiento, de miedo y también de ideas de separación.  Si miramos más profundamente, podemos ver que la fuente de esta guerra viene de creer que los unos somos separados de los otros cuando los unos dependemos de los otros. Dirá la escritura en colosenses 2:19 “Todo el cuerpo nutrido y unido por las coyunturas y ligamentos crece con un crecimiento que es de Dios”. 

La falta de paz interior crea un conflicto global. Muchas veces los conflictos se desprenden de la autoimagen muy alta o baja de lo que somos. Ese desbalance que puede darse muchas veces hace que la conexión humana se desvirtué y no fluya como deseamos. Jesús diría en Mateo 6:21 “Porque donde este tu tesoro, allí estará también tu corazón”.  

El desear tener la razón siempre son muros que impiden construir la conexión humana. Entonces los desafíos en materia de conexión humana son considerables y es por ello la necesidad de abordar estos temas. Ahora bien, de las diferentes definiciones del ego me quedo con la descripción como autoimagen, autoimagen que puede ser de superioridad o inferioridad y en estos casos la conexión puede verse afectada. Entonces ante esto surge la pregunta cuál sería la autoimagen que más favorece a la conexión humana y desde mi punto de vista la flexibilidad y el balance ayuda de modo significativo a la conexión.     

Ya desde el vientre de mama los humanos estamos hechos para la conexión. Sin embargo, las experiencias de la vida pueden favorecer o no a que la conexión aumente o se desvanezca.   Dirá la escritura en Juan 14:23 “El que me ama, mi palabra guardará y mi padre le amará y vendremos a Él y haremos morada en El”.  Paul J. Meyer lo dice así: ‘‘La conexión humana es la clave para el éxito personal y profesional”.  No somos un robot, sino seres humanos en conexión cada día de modo que estamos ante un reto de estar conectados con el creador, con nosotros mismos y con nuestro entorno antes que con plataformas. Amen.

Padre Alvaro +