Soy el Rev. Álvaro Pinzón de origen colombiano, nacido el 13 de diciembre de 1965.  Desde mis primeros años de estudio estuve interesado en conocer el ser humano en sus diferentes dimensiones: espiritual, emocional, mental, corporal, y conexional. Recuerdo que mis libros de preferencia siempre fueron: como ganar amigos, como triunfar, matrimonio feliz, el vendedor más grande del mundo, y la biblia.

La pregunta más importante para mí ha sido y será: ¿Como ser feliz? Esta pregunta que me llevo a explorar y descubrir nuevas dimensiones de la vida humana. Cuando encontraba personas enfadadas, tristes, frustradas y decepcionadas de la vida, venían a mi mente pensamientos como, ¿Qué le pudo haber pasado a esas personas?  

Hoy, cuando he sido probado en las diferentes áreas de mi vida, y he pasado por tribulaciones, reconozco la grandeza del ser humano, especialmente cuando se dispone a colaborar en su propio proceso de mejoramiento y transformación, lo que no es otra cosa que la felicidad.

La felicidad humana aparece desde cuando Dios creo al ser humano, a quien lo puso en un jardín maravilloso [Edén] para que viviera plenamente. Luego Dios, para asegurarse que todo estuviera bien, le dio a este ser humano instrucciones de que hacer y que no hacer. Sin embargo, la tentación humana lo perturbo y su felicidad se vio afectada desde entonces. 

¿Qué es la felicidad humana? Para mi entender la felicidad humana es una experiencia continua de transformación, donde el ser humano pasa de una forma insatisfecha a una de plenitud en todas sus áreas o dimensiones, como no lo dice la escritura tanto en el antiguo como en el nuevo testamento [Deuteronomio 6:5 y Mateo 22:37]. Algunos seres humanos solo se están transformando en una o dos dimensiones [cuerpo y mente,] pero hay más plenitud cuando la persona empieza a caminar espiritual, emocional, mental, corporal, y conexionalmente. De esta manera, la vida humana inicia un itinerario extraordinario y autentico, descubriendo nuevas formas de plenitud alineada al creador quien vive en plenitud por excelencia.

En mi caso, como sacerdote episcopal he vivido hechos extraordinarios que me empoderaron a crear espacios de transformación que antes no logre vivir cuando por 23 años ministre en la Iglesia Católica Romana. En esa Iglesia tuve la oportunidad de estudiar y profundizar la vida humana en diferentes Universidades de Norte y Sur América y Europa. Saber o conocer las diferentes áreas del ser humano no es suficiente para la felicidad, es necesario vivir experiencias extraordinarias en cada una de ellas. 

Además, cuando nos disponemos a descubrir la conexión maravillosa de la vida espiritual, emocional, mental y corporal sucede algo extraordinario. 

Otro de los hechos extraordinarios es cuando el ser humano se abre a los nuevos soplos de vida del Espíritu Santo, que son tan poderosos que cuando tocan a una persona la mueven a la transformación en sus diferentes áreas. En mi caso, tuve el privilegio del año 2000 al 2015 de atender centenares de casos de situaciones espirituales, emocionales y mentales, tanto de parejas como de sacerdotes, donde concluí que la conexión entre la vida emocional, espiritual y mental en una persona es vital, y sin esta conexión el ser humano estará vacío.

Como ministro de Dios, hoy puedo decir ampliamente que el sacerdote vive más plenamente cuando sus áreas espiritual, emocional y mental están cuidadas y atendidas. Yo oro al todopoderoso por la vida extraordinaria que todos los ministros de Dios estamos llamados a vivir, para el bienestar, mejoramiento y transformación de nuestro mundo, el cual esta muy necesitado del poder de Dios.                    

¿Entonces, es posible la transformación del ser humano en sus diferentes dimensiones? En mi opinión, después de tantos años de profundización y de practica pastoral, puedo asegurar que si es posible la transformación humana en las diferentes áreas, especialmente cuando el ser humano se abre a lo transcendental que está en lo espiritual, en lo emocional y en lo mental que proceden de Dios. 

También con amplitud puedo decir que no conozco un ser humano que haya transformado su vida por el camino del egoísmo. Al contrario, cuando el ser humano se encierra en sí mismo lo que gana es aislamiento y soledad, pero cuando se abre al otro (y ese otro es el Espíritu de Dios) suceden cosas maravillosas. 

Para los que lean este blog los invito a considerar la transformación de sus vidas en las diferentes áreas. Transformar solo tu cuerpo no es suficiente, tienes que transformar tu espíritu, tu corazón, tu mente y tus conexiones para poder tener la mayor experiencia de plenitud.

Esta pandemia ha dejado grandes secuelas espirituales, corporales, emocionales y mentales, pero también grandes interrogantes. Como seres humanos, somos frágiles y necesitamos fortalecer el sistema inmune, pero también necesitamos fortalecer nuestro espíritu, nuestras emociones, y nuestra mente. 

Aquí en la Iglesia de St. Dunstan, North West Houston, estamos iniciando el ministerio hispano donde ofreceremos espacios de transformación en todas las áreas de sus vidas. Nunca es tarde para empezar, todo sucede en el tiempo de Dios.  Si Dios pone en tu corazón ser una creatura nueva y transformada, llame a nuestra Iglesia y conozca nuestra hermosa comunidad de amor de Dios.

Siga nuestros programas de transformación: www.alientodediosradio.org. escúchanos en su celular en el app store o play store colocando Aliento de Dios Radio, de lunes a viernes donde alabamos a Dios en todos los ritmos de inspiración.  Pero también bajen la pantalla de la Iglesia al www.saintdunstans.org para que se enteren de todos nuestros programas, clases, y círculos de oración.

Bienvenidos a la Iglesia de St. Dunstan, somos una comunidad que ama y sirve a Dios.

REV. ALVARO PINZON, PhD