Hay momentos de la vida que no sabemos cómo describirlos y uno de ellos es gozar de la presencia de Dios. Es algo tan hermoso que las palabras se quedan cortas para ello. ¿Qué significa vivir humanamente? ¿Y qué significa vivir en la presencia de Dios? En mi opinión hay dos formas de vivir la vida con Dios y sin Él.
Vivir la vida con Dios es algo extraordinario y conlleva tener un estilo de vida lleno de fuerza, de ganas de vivir, de disfrutar todo lo que Dios ha creado para nosotros y vivir desde la gratitud. Por ejemplo, Moisés sabía que era inútil hacer cualquier cosa por fuera de la voluntad de Dios.
La presencia de Dios empodera y te lleva a lograr cosas que sin el no creerías posibles. Cuando conoces lo hermoso que es estar en su presencia, es cuando decimos cuan maravilloso es su amor. Cuando hemos hecho cosas sin su presencia se nota y son diferentes cuando las hacemos con la unción propia del Espíritu Santo.
Cuando buscamos de Dios no queremos que nos desampare, Dice la escritura “Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.” Éxodo 33:15.
Moisés era consiente que la presencia de Dios entre ellos era lo que los distinguía de las demás naciones. Hoy en día, lo mismo sucede para los creyentes de Dios. Lo único que nos mantiene aparte de los incrédulos es el amor de Dios, guiándonos e impulsándonos a ser mejores cada día.
Es más, la única manera para nosotros ser guiados y enfrentarnos a las batallas y sobrevivir a estos tiempos difíciles, es teniendo la presencia del amor de Dios con nosotros. Cuando él está en nuestro corazón, nadie puede destruirnos, sin él estamos en un plano simplemente humano.
La presencia de Dios traspasa todas las expectativas humanas y nos lleva a otro nivel de conciencia, de ser y de vivir. Como dijo Dios a Moisés “Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.” Éxodo 33:14. Dios le estaba diciendo, sin importar sus tribulaciones, siempre serán capaces de encontrar descanso confiadamente en mí. Es poderosa la presencia de Dios.
En Isaías 43:1-3 encontramos: “Ahora, así dice Yahvé, Creador tuyo: No temas, porque yo te redimí… Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo… Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Yahvé Dios tuyo, soy tu Salvador” Con la presencia de Dios, podemos atravesar cualquier circunstancia y no solo sobreviviremos, sino que vamos a ser resguardados todo el trayecto. Amén.
Que Dios los bendiga,
Padre Alvaro+
