Un Vecino se fue al bar a tomar con sus amigos y cada uno de ellos se dedicó a murmurer o hablar mal de sus esposas. Uno decia: “Mi esposa seguramente la crearon con caldo de lengua, porque no la calla nadie”. El otro Anadia: “ A mi esposa parece que la bautizaron con ácido sulfúrico porque estalla con cualquier cosa”. Un Tercero afirmaba: “Mi mujer no tiene lengua sino solo para pedir dinero”… Y cuando le llegó el turno a otro hombre, él movido por su amor propio, se propuso no hablar mal de su esposa como lo hicieron los otros, sino más bien elogiarla, y dijo: “Yo tengo una esposa que no me merezco. Qué trabajadora. !Trabaja todo el día! Qué ahorradora: yo no sé cómo lograr hacer rendir el dinero y con el salario mínimo que yo gano, alimentar a toda la familia. Mi mujer es paciente: me aguanta mis malos genios. Mi mujer es religiosa: !ora cada día y no deja Domingo a ir a Misa!
Los demás entre charla y burla, le dieron palmadas en el hombre diciéndole: “!Este que si se casó con una verdadera Santa! !Felicitaciones!”. Y riendo se fueron.
Y el hombre mientras viajaba a su casa se puso a pensar: “Pues lo que dije de mi esposa no es mentira, es gran trabajadora, es ahorrativa, es paciente, es religiosa. !En verdad que yo no merezco a la mujer que tengo!”. Y al llegar a la casa, apenas la esposa salió a saludarlo, él le dió un abrazo, con todo el carino del alma. Ella se quedó sorprendida. Este hombre nunca la saludaba y menos de darle abrazos. Y ahora? Hasta la cacerola se le cayó de la mano, de pura emoción, y le dijo: “Amor, qué le hicieron que hoy llega tan carinoso?”. Y él le explicó: “Mira, mis companeros se dedicaron a hablar mal de sus esposas, y yo por orgullo me puse a hablar bién de tí, y por el camino me puse a pensar en las cualidades que tú tienes, y he llegado a la conclusion de qué mereces más carino y amor del que hasta ahora te he ofrecido, porque en verdad tienes cualidades en las cuales yo casi nunca había pensado”.
Cuántos esposos amarían más a su esposa si de vez en cuando pensaran en las cualidades que esa otra persona tiene, que son muchas y más numerosas que sus defectos? O se olvidan de esto tan importante? Cuantas mujeres aumentarían notablemente su amor hacia el esposo si en vez de pensar solo en los defectos que él tiene, se dedicaran tiempo a pensar en las muchas cualidades que ese hombre posee? Lo que no se aprecia no se ama.
A qué esposo o esposa se le ocurre pretender que puede amar a su cónyuge, sin demostrarselo con hechos concretos? A qué politico van a creer si no demuestran sus promesas electorales con realizaciones concretas?. La fe auténtica reclama las obras como el árbol reclama los frutos y las nubes reclaman la Lluvia.
Una fe de palabras, de costumbres, puede ser muy bonita; pero no alimenta la vida. Es como un ramillete de flores: son muy bonitas pero no llegaron a la etapa de los frutos.
Padre Naty+