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El amor de Dios, o lo que es lo mismo, el Espíritu Santo, nos lleva a otra forma de ser, de sentir, de perdonar y de conectarnos. En una palabra, nos lleva a otra forma de amar. El profeta Miqueas experimento la fuerza de Dios cuando dijo “el Espíritu del Señor me llena de fuerza y valor” (Miqueas 3: 8.) Podemos decir que la fuerza anímica del Espíritu Santo es su amor, su presencia maravillosa que lleva al ser humano a la transformación.
Con sincero respeto, los invito a preguntarse a sí mismos, ¿Cuál es la forma actual de mi corazón? ¿Es mi corazón dócil a la inspiración divina? O, a lo mejor, tu eres una de esas personas que consideran que tu corazón ya no tiene remedio por las decepciones, la tristeza, el rechazo y las experiencias negativas.
También, alguien podrá decir que todo está perdido, como sucedió hace unos meses atrás. Una persona vino a mi oficina y compartió que estaba en los últimos intentos de vivir porque deseaba suicidarse y no veía otra salida. Esto me sorprendió tremendamente y pensé “waooo, cuando el ser humano se desconecta de la fuente vital que es Dios, la persona no tiene fuerzas de vivir y su aliento de vida se agota al punto que todo lo da por terminado.”
Así lo dirá Eclesiastés 10:10 “Si el hacha se desafila y no se vuelve afilar, habrá que golpear con más fuerza”, sin embargo, hay que decir que la fuerza física no es la más potente en el ser humano sino la fuerza transformadora del amor de Dios. El médico y científico de la Universidad de Harvard, Mario Alonso Puig, lo dice así: “por siglos hemos dado aplausos y becas por los logros de la mente y nada por los logros del corazón, sin tener presente que los logros del corazón son mayores a los de la mente porque cuando el corazón quiere algo, su insistencia es tal que termina convenciéndola.”
Estos temas me apasionan y es algo hermoso conocernos a nosotros mismos y descubrir la obra extraordinaria del creador quien puso dentro de cada uno su fuerza anímica que es su amor. La escritura lo dice así: “todo aquel que ama ha nacido de Dios”, [1 Juan 4: 7] o “de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que cree en él no se pierda”, [Juan 3: 16], o también “el amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”, [1 corintios 13: 7].
Por más de 15 años como Juez de una corte eclesiástica en Miami, conocí centenares de casos de parejas que no lograron vivir en amor conyugal y terminaron afectando su vida emocional. Esas parejas sufrieron mucho, sin embargo, cuando el ser humano abre su ser a la fuerza transformadora del amor de Dios todo lo hace nuevo.
Amigo lector, si hasta el día de hoy no ha encontrado una comunidad que viva la fuerza transformadora del amor de Dios, lo invito a conocer a nuestra comunidad de San Dunstan, la cual vive en el amor de Dios. Además, los evangelios como Marcos también nos confirman la fuerza transformadora del amor cuando nos invita: “amaras al señor tu Dios con todo su corazón, con toda su alma… y con todas sus fuerzas”, [Marcos 12: 30.]
Entonces, el amor de Dios es una fuerza transformadora que lleva nuestras vidas a otro nivel. Sin embargo, así como la oruga necesita alimentarse a fin de ser transformada, así mismo nosotros necesitamos ser tocados por el amor de Dios para ser transformados. La fuerza transformadora del amor de Dios fue depositada dentro de cada uno y desde entonces estamos conectados al poder transformador del amor. Todo depende de cada uno, si se abre y se dispone a vivir una vida nueva en Cristo.
Por último, los invito a invocar al Espíritu Santo: “Ven Espíritu Santo, enciende en mí nuevos sentimientos y emociones que transformen mi existir, dame pasión por vivir, levántame cada día con nuevos ánimos, nútreme con tu savia y calienta mi existencia con tu amor para nunca más ser igual.” Amen.
San Dunstan se prepara para ser lugar de transformación por medio del Espíritu Santo, quien tocara nuestras vidas. Ven y únete a nosotros el 28 de agosto a las 12:30 pm, cuando empezaremos esta misión de transformar nuestras vidas. Parte de esta misión la puedes seguir en www.alientodediosradio.org, una señal del cielo y en nuestra página www.saintdunstans.org. Conéctate con nosotros y encontraras vida.
